problemas

¿The end?

22 de agosto, Salt Lake City

Después de casi 48 horas prácticamente sin dormir somos conscientes de lo que supone esto:

– Tenemos a una persona con un brazo inutilizado que debe ir con fuertes antibióticos durante días.
– Perdemos un conductor.
– Perdemos a un auxiliar de cámara.
– Perdemos más tiempo.
– Aunque no es grave y el diagnóstico es seguro, cabe una baja posibilidad de que haya algo más.
– Debemos informarnos por seguridad de los hospitales, clínicas o médicos más cercanos ¿en el desierto?
– La salud es lo primero.

Ponemos un margen de 24 horas. A ver qué ocurre.

And the diagnosis is…

22 de agosto, Salt Lake City

Después de que Sergio fuera atendido por 16 empleados del hospital: intérpretes, enfermeras, enfermeros, doctores, etc., entre ellos un medio vasco, un señor de los Pirineos, uno clavado al Jack de Perdidos, la enfermera Kelly, el Doctor Patrick y un pizzero, y antes de arreglar el farragoso tema del seguro, las eternas esperas, el frío, la madrugada sin dormir, el hambre, 3 controles de tensión, 2 análisis de sangre, 1 radiografía, se llega a la conclusión de que tiene el codo hinchado, bursitis, una inflamación en el codo que le inflige un dolor atroz y le impide moverlo. La cuestión es que se desconoce su causa. Puede ser debida a la picadura de un insecto.

Nos reímos por no llorar a la pregunta de «¿Dónde han estado?». Entonces, y sólo entonces, somos conscientes de que en el hospital universitario de Utah no nos siguen por el blog.

P.D. Hemos visto muchos insectos y plantas que nos comunicaron con antelación que eran venenosas. No nos acercamos, todavía tenemos dos dedos de frente.

EMERGENCY!!!!!!!!!!

21 de agosto, Salt Lake City

El brazo de Sergio ha ido inesperadamente a peor. De forma desconocida, pues no se ha pegado ningún golpe, el dolor ha ido en aumento y cada vez puede moverlo menos. Nos encontramos en el Hospital Universtario de Utah, en Salt Lake City.

Houston, we have a lot of problems

19 de agosto, Cody

– Nos quedamos sin cobertura y sin internet cerca de 48 horas.
– Un cable de uno de los discos duros queda inutilizado.
– Perdemos las llaves del coche por unas horas.
– Nos quedamos un día entero sin sonido.
– Seguimos con varias cuentas bloqueadas.
– Pasamos parte de la noche sin rumbo.
– A Sergio le duele el brazo y le encontramos una nueva utilidad a la bandera americana.

P.D. Seguimos adelante porque somos tipos muy duros.

Estigmatizados

18 de agosto, Badlands National Park

Llevamos una noche y un día para perder literalmente la cabeza si no la hemos perdido ya.

Cuentas de correo bloquedas, cable USB fundido, no encontramos el GPS, cobros de gasolina que aumentan por tasas en las cuentas, empezamos con 40º, luego una bajada de temperaturas radical a 13º, después una fría habitación en un motel de carretera y para bordarlo Sergio se ha levantado con unos estigmas en la espalda. Sí, va en serio.

Ey, ¿por qué están de pie todavía? ¿A qué esperan?

17 de agosto, Chicago

No nos gustan las propinas, soltar dinero extra sin estar acostumbrado duele. Está «normalizado» que a los empleados se les debe dar algo porque su sueldo depende de ello pero si uno te baja el equipaje, otro te trae el coche, otro te hace de guía, otro te dice buenos días y otro te dice qué guapo vas ¿qué haces? ¿Le das a todos propina? ¿Quién lo merece más? ¿Dónde está el baremo de propina? ¿1 dólar? ¿5 dólares? ¿Cómo lo repartes?


Afortunadamente, Quentin Tarantino también opina como nosotros.

http://www.youtube.com/watch?v=mXJmifkhMZg

Segundo caído en combate

A poco más de una semana para emprender la aventura hemos sufrido otra baja en el material técnico.  Bueno, en este caso no llega ni a ser baja porque no hemos podido tenerla en nuestras manos, pero se trataba de la «estrella» del equipo.

Hablo de la cámara principal del rodaje, que finalmente no nos va a llegar a tiempo. Toca cambio de planes y correr como locos para buscar soluciones alternativas.

¿Alguien ha dicho «acojonados»? Qué va…

Ya tenemos el primer caído en combate

Ayer quedamos para hacernos unas fotos de equipo con la cámara fotográfica de Miguel, valorada en unos 200 €. En principio parecía que iba a ser algo fácil, pero la cosa se complicó y Miguel quedó abatido.

Para no aburriros, lo resumiré:

Nosotros sobrevivimos; la cámara no.

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